
El caso de Vilma Palma es un claro ejemplo de la ética de mínimos, de justicia y respeto. Estos son exigencias para los ciudadanos, es decir, Palma es una ciudadana y al no recibir trato de manera justa están violando la ética de mínimos. Con esto, se puede reflexionar y decir porqué a una ciudadana con discapacidad no se le da una igualdad en lo que respecta justicia. En el contexto peruano, esto es muy difícil, porque incluso un ciudadano común no recibe la justicia adecuada del gobierno. Si nos ponemos en esta situación, el caso de los discapacitados es aun mas grave. Claro, se pueden desenvolver pero no le brindan la prioridad correspondiente. Asimismo, a las personas discapacitadas no se les brinda el mismo respeto. En el caso de Vilma no se le brinda el respeto respectivo, porque los profesores la trataron como si fuera alguien incapaz de realizar labores en su clase. Claro, se podría decir esto de una persona que sufre de discapacidad motora grave, pero Vilma no padece de esto. Durante sus prácticas como alumna de la institución no tuvo ningún inconveniente en desarrollarse eficazmente. Entonces, si ella no tuvo ningún inconveniente durante su capacitación, por que tendría problemas en realizar actividades en el mismo instituto, en el cual se capacito para hacerlas.
¿Qué se puede decir sobre la igualdad en derechos y deberes entre los participantes y/o los afectados?
Primero es necesario saber a que se señala con igualdad en derechos y deberes. Se refiere a una política de dignidad igualitaria, es decir, una política donde se respete a todos por igual, todos tenemos una dignidad basada en que somos seres racionales independientemente de cómo hagamos uso de esta capacidad. En pocas palabras se puede decir que “nos tratamos como iguales, pero (…)[aceptamos] que somos diferentes y únicos en nosotros mismos”[1]. Esta política afirma que todos los miembros de una sociedad tienen los mismos derechos y tienen el mismo deber de defender los derechos del otro.
Con esto se puede ver claramente que en el caso designado se va en contra de esta premisa de igualdad y se falta el respeto a Vilma privándola de sus derechos como estudiante del instituto, al pedir que sea despedida por sus discapacidades: motora y de lenguaje, de sus prácticas pre – profesionales y reinciden al luego de dar opción a que ella reciba clases con solo la compañía de un asistente de laboratorio en un turno noche, decidiendo no dictar clases para ella si su asistenta no estaba presente como si fuera un peligro dictar clase para Vilma. Estos docentes tenían quizás la premisa de igualdad pero distorsionada, ya que se dice que no importa lo diferentes que seamos físicamente, en nuestras ideologías, etc. Pero somos iguales en nuestros deberes y derechos por ser humanos y tener la capacidad de razonar.
[1] Material del curso, libro “ Ética y ciudadanía “.